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Esta nueva área protegida, inmersa en un territorio afrodescendiente, ubicado en jurisdicción de los municipios de Quibdó y Atrato, es el hogar de ranas, murciélagos y otras especies. 

QUIBDÓ.- Gracias a un trabajo conjunto entre la comunidad afrocolombiana y diferentes entidades, el Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Selva Pluvial Central Las Siete Sabias-Esperanza de Vida, territorio afrodescendiente ubicado en jurisdicción de los municipios de Quibdó y Atrato (Chocó), fue declarada como nueva área protegida en Colombia.

Un Distrito Regional de Manejo Integrado es una categoría que se le otorga a los paisajes y ecosistemas que mantienen su composición y función natural, aunque su estructura haya sido modificada. Se refiere a un área protegida a nivel regional, que permite el uso sostenible de los recursos por parte de las comunidades que dependen de estos.

Según detalla el instituto Humboldt, este nuevo DRMI abarca un total de  30.398 ha hectáreas (ha), las cuales incluyen siete corregimientos: Pacurita, Guadalupe, Tutunendo, San Francisco de Ichó, La Troje, San Martín de Purré y San José de Purré que se destacan por estar ubicados en la selva pluvial central, una de las zonas de mayor pluviosidad en América y la tercera a nivel mundial; la cual, a su vez, se ubica en una de las zonas de mayor biodiversidad del mundo: el Chocó-Tumbes-Magdalena.

Una de las características de sus bosques es que, por su gran altura, sumado a la humedad, se favorece la formación de muchos estratos (alturas) de bosque, algunos de los cuales llegan hasta los 38 m de altura. En esta región, además, se preservan más de 17 mil ha de bosques en muy buen estado de conservación.

También se destacan los ríos Pacurita, Tutunendo, Guadalupe y el Cabí. Este último es de vital importancia, pues de allí se abastecen los acueductos locales, como el de Quibdó, del cual se benefician cerca de 108 mil personas.

Los análisis adelantados en la región también indican una variada riqueza en fauna y flora: 90 especies de plantas, 479 especies de fauna (210 de aves, 117 mamíferos, 44 anfibios, 75 reptiles y 33 peces), aunque se estima que puedan ser muchas más. Esta zona, además, ha sido reconocida internacionalmente como un Área de Importancia para la Conservación de Murciélagos (AICOM).

 “Esta estrategia liderada por CodeChocó es de vital importancia, ya que la selva pluvial central del Chocó no tenía ninguna figura de protección y esto nos permite seguir conservando de manera responsable el medio ambiente, pero bajo una figura como el DRMI que facilita el uso sostenible de los recursos”, explica Neyver Obando Mosquera, Subdirector Marino Costero y Áreas Protegidas de CodeChocó.

 

La declaratoria de un DRMI ayuda a que se implementen estrategias en contra de diferentes problemáticas como la deforestación, la minería informal mecanizada, la contaminación del suelo y de las fuentes hídricas por mal manejo de residuos sólidos y aguas servidas; así como estrategias para minimizar los conflictos por asentamientos humanos ubicados en zonas de riesgo.

También se visualiza como una oportunidad para organizar las actividades productivas como turismo, aprovechamiento de árboles maderables, la minería artesanal y el uso sostenible de los diferentes recursos.

Trayectoria

En 2019, se establecieron los primeros diálogos con la comunidad, con el apoyo de los siete consejos locales comunitarios de Pacurita, Guadalupe, Tutunendo, San Francisco de Ichó, La Troje, San Martín de Purré y San José de Purré; los cuales se reúnen en el Gran Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral del Atrato (Cocomacia). Estas conversaciones dieron vía libre a los estudios en la región.

Codechocó, por su parte, estuvo al frente del proyecto como autoridad ambiental y coordinador y, junto con Corparien, fueron los ejecutores en campo. El Instituto Humboldt prestó su asesoría técnica y de gestión de los recursos; a la vez que Cocomacia fue el facilitador de la participación social. Naturaleza y Cultura Internacional ha sido el principal financiador, a través de recursos proporcionados por Re:wild y Andes Amazon Fund.

“Estamos realmente felices, no solo porque el área es importante para la biodiversidad del país, en donde habitan diversidad de especies endémicas y otras emblemáticas como los murciélagos; sino porque esta declaratoria se logró con la participación de varias entidades y de los consejos comunitarios, por lo que esto se constituye en una decisión colectiva”, concluye Santiago Castillo investigador del Instituto Humboldt.

Manacacías, otra área protegida de Colombia

Es de recordar que recientemente, el Gobierno nacional tambiéndeclaróa la Serranía de Manacacías, en el departamento del Meta, como nueva área protegida del Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia. El anuncio de esta declaratoria lo hicieron el presidente Gustavo Petro Urrego, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad y el director de Parques Nacionales Naturales de Colombia, Luisz Olmedo durante la COP que se realizó en Dubai.

La nueva área protegida resguarda aproximadamente 68.030 hectáreas que albergan 12 ecosistemas estratégicos pertenecientes a la región natural de la Orinoquía, caracterizadas por su gran biodiversidad: sabanas estacionales tropicales, bosques de galería, palmares mixtos, pastizales, matorrales y herbazales y una extensa red de cuerpos de agua que mantienen un buen estado de conservación y sirven de refugio a centenares de especies de fauna.

Cabe resaltar que esta declaración se dio a partir de un proceso participativo con las comunidades de la región en el que los pobladores de la Serranía permitieron un diálogo social, cuyo resultado fue la firma de acuerdos que posibilitaron la creación de la nueva área protegida.

Este Parque Nacional Natural garantiza las condiciones ideales para el ciclo de vida de especies de flora y fauna, algunas de ellas incluidas en alguna categoría de riesgo. A la fecha hay 1093 especies de plantas con flores y en fauna sobresalen grupos de mamíferos, reptiles, aves -de las cuales 51 son especies migratorias-, anfibios, peces y crustáceos. En cuanto a mariposas, hay 2  nuevos registros para Colombia y 2 posibles especies nuevas para la ciencia.

Otro aspecto clave de la conservación de este territorio es su papel como regulador hídrico regional, al estar ubicado en la zona de confluencia de los Andes y la Orinoquia, cobijando parte de la cuenca del río Manacacías.

El nuevo Parque aporta a la representatividad del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, a la conectividad, provisión y regulación hídrica regional. Se busca que a futuro sea un importante escenario para la conservación, recuperación, investigación, educación y la recreación de nacionales y extranjeros comprometidos con la conservación del ambiente.