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Aceite de palma, ganado, soja, café, cacao, madera y caucho, así como productos derivados (como carne de res, muebles o chocolate) serán revisados, teniendo en cuenta que una evaluación de impacto exhaustiva los identifica como los principales impulsores de la deforestación debido a la expansión agrícola.

Para ingresar al mercado de los países de la Unión Europea (UE), los productos no solo deben ser legales bajo los estándares del país productor, sino también, libres de deforestación y degradación forestal. En particular, la nueva ley aprobada recientemente también brindará a los consumidores europeos la certeza de que los productos se han rastreado hasta el lugar donde se produjeron, evitando posibles lagunas en las primeras etapas de la cadena de suministro. 

"La nueva reglamentación es un hito en el compromiso por garantizar el fin de la deforestación global. Esta nueva ley impulsa a cambiar las políticas y los mecanismos actuales para alcanzar un sistema de trazabilidad que nos permita detener la deforestación y degradación forestal por las actividades productivas. El momento de hacerlo es ahora y el camino es claro: redefinir los modelos productivos y contar con sistemas confiables de monitoreo, que contribuyan eficazmente a la conservación de los bosques y ecosistemas naturales y que reduzcan los impactos socioambientales negativos de la actividad agropecuaria en nuestro país", afirmó Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina, en declaraciones a la agencia de noticias InnContex.

Existe una clara relación entre el consumo de los países europeos -especialmente de soja y carne vacuna- y varios de los principales Frentes de Deforestación identificados mundialmente, incluyendo el Cerrado y el Amazonas en Brasil y el Gran Chaco en Argentina y Paraguay. Varios informes muestran cómo el consumo de productos agrícolas en el Reino Unido y en la Unión Europea (EU)  están contribuyendo a la destrucción de bosques y otros ecosistemas naturales, incluidos pastizales y humedales e impactando de manera negativa sobre las comunidades locales.  

El incremento del consumo y la demanda de alimentos a nivel mundial fomenta la expansión de la agricultura, lo que suele llevar a un aumento en la deforestación y conversión de ambientes naturales. El Informe Planeta Vivo 2022 de WWF advierte que la creciente destrucción de la naturaleza está teniendo impactos catastróficos no solo en las poblaciones de vida silvestre, sino también en la salud humana, los medios de vida y la seguridad alimentaria.  

La nueva regulación es la primera en el mundo que aborda la deforestación global y reducirá significativamente la huella de la UE en la naturaleza. Además, establecerá estrictas normas obligatorias de trámites para las empresas que desean llevar productos relevantes al mercado de la UE o exportarlos. Luego de este primer acuerdo, el Parlamento Europeo y el Consejo  tendrán que adoptar formalmente el nuevo Reglamento y, una vez que entre en vigor, los operadores y comerciantes tendrán 18 meses para implementar las nuevas reglas. Las micro y pequeñas empresas gozarán de un mayor período de adaptación, así como de otras disposiciones específicas. 

La Comisión, además, ejecutará un sistema de evaluación comparativa entre los países o partes de ellos y su nivel de riesgo de deforestación y degradación forestal (alto, estándar o bajo) y también teniendo en cuenta la expansión agrícola para la producción de los siete productos básicos y derivados. La lista de productos básicos que están cubiertos se revisará y actualizará periódicamente, teniendo en cuenta nuevos datos, como los cambios en los patrones de deforestación. 

La nueva regulación europea apunta no solo a reducir los impactos del consumo de sus ciudadanos, particularmente las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad, sino que también busca asegurar los medios de vida de millones de personas, incluidos los pueblos originarios y las comunidades locales de todo el mundo, que dependen en gran medida de los ecosistemas naturales.